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Muevetierra 28 NOV 2019 - 09:50

7 condiciones adversas para operar una retroexcavadora

La retroexcavadora es uno de los equipos más nobles y versátiles de todo el mundo de la maquinaria, la podemos encontrar realizando excavaciones en terrenos,  trasladando materiales, creando rampas, abriendo trincheras, escarvando surcos destinados a tuberías, cables, drenajes y preparando sitios para el asentamiento de cimentaciones, entre muchas otras funciones.


Estar a cargo de esta maquinaria demanda pericia y medidas de seguridad básicas, tanto en su traslado como en su operación aunque muchas de las veces, la urgencia o la sobrecarga de tareas obliga a los operadores a encender el motor y llevar a cabo las tareas en condiciones no tan favorables, estos, son solo 7 ejemplos de situaciones adversas en las que vemos a una retroexcavadora salir avante:

Operando con poca luz

Cuando se opera maquinaria pesada de noche es muy importante contar con dos luces delanteras y dos luces traseras encendidas en todo momento, idóneo trasladar lo menos posible el equipo para evitar sorpresas y elementos fuera de la visibilidad.

Operando en una demolición

Cuando se realizan demoliciones no es recomendable derribar elementos que estén más altos que la retroexcavadora con la cuchara extendida.

Operando en condiciones desérticas

A las calurosas condiciones bajo las que el operador probablemente no se sienta tan cómodo si su equipo carece de aire acondicionado y el cuidar que no exista un sobrecalentamiento en el motor hay que sumarle precauciones para que el equipo mantenga sus puntos de contacto y los estabilizadores bien colocados.

Operando en la nieve

Además de buen abrigo y precauciones con los estribos antideslizantes para no resbalar, vale la pena que una vez terminada la operación el equipo técnico haga una revisión de los frenos del equipo para asegurar su buen funcionamiento.

Operando en la playa

Este es un desafío para las llantas de la retroexcavadora y su chasis, no se recomienda incursionar por periodos prolongados de tiempo y lavar tan pronto como sea posible, antes de que las sales y su efecto corrosivo causen estragos en los componentes de nuestra maquinaria.

Operando a la orilla de un acantilado

Con el riesgo de los deslaves a la orden del día, lo más recomendable es que la retroexcavadora no circule por pendientes que superen el 20% de inclinación y siempre con una marcha puesta, nunca en un punto muerto.

Operando en una tormenta

Una imagen extrema sin duda y en la que el contar con llantas resistentes a cortes e impactos es un factor clave para salir bien librado.

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