Gran parte del buen funcionamiento y movilidad de los montacargas depende de sus llantas, por esa razón es muy importante conocer el terreno en el que se trabajará para poder seleccionar las adecuadas.  

En esta ocasión hablaremos de las llantas sólidas, básicamente están diseñadas para operar en terrenos complicados. Por ejemplo, maniobrar sobre superficies donde haya residuos filosos o punzocortantes. También son recomendables cuando exponemos al equipo a jornadas de trabajo muy largas, hasta 3 turnos o 24 horas; pues su funcionamiento es de máxima resistencia y libre de mantenimiento, por su característica de durabilidad no se ponchan ni dañan al momento de circular en terrenos irregulares. Una llanta sólida o también llamada rudomática, ofrece gran estabilidad y maniobrabilidad al operador, permitiendo un alto desempeño en el trabajo del montacargas.

Existen diferentes tipos de dibujos en las llantas solidas, que pueden ser para tracción, lisos, RIB, lineal o direccional en color negro o no manchante. Este tipo de dibujos varían dependiendo de las necesidades del trabajo del montacargas. Las no manchantes se utilizan en interiores donde es necesario un trabajo sin marcas sobre el piso; puede ser en laboratorios, la industria alimenticia y manufactura.

Se pueden utilizar en montacargas de combustión interna a gas, eléctricos y gasolina o diésel.

Este tipo de llantas son fabricadas con tres capas:
1.- Capa de rodamiento: hule natural, diseño liso o con dibujo.
2.- Capa intermedia o media: hule natural, capa elástica.
3.-Capa estructural: hule natural y cinturones de acero de alta calidad, que disipan el calor, proporcionando mayor agarre en la llanta sobre el rin, evitan que las llantas giren sobre el mismo rin.

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