En temporada de lluvias existen más probabilidades de que tengas un accidente si no tienes en cuenta las principales medidas de precaución. Los neumáticos son el primer factor de riesgo y tenerlos en buen estado es una manera de reducir cualquier accidente.
Aquí te compartimos algunos consejos:
En días de lluvia debemos ser más precavidos y asegurarnos que las llantas tengan la presión correcta ya que ellas tienen el contacto con el asfalto. Con la presión correcta, durarán más tiempo, ahorrarás gasolina y te ayudarán a prevenir accidentes proporcionando una mejor dirección y tracción. También ayudará a que tu llanta sea más resistente ante los baches que hay en la ciudad por la temporada.
Recuerda que la presión de la llanta debe verificarse periódicamente para asegurar que la influencia del tiempo, los cambios en la temperatura ambiental o una pequeña ponchadura no causen cambios. Lo recomendable es revisarla 1 vez a la semana o cada vez que visites una gasolinera.
Revisar la profundidad de la banda de rodamiento ya que si no es la adecuada, el neumático no podrá evacuar el agua de manera eficaz.
Circular con los neumáticos demasiado gastados aumenta de forma considerable el espacio que el auto necesita para detenerse por completo ya que las ranuras no son lo suficientemente profundas para evacuar el agua de forma eficaz.
Las llantas se deterioran con el paso del tiempo y aunque no tienen fecha de caducidad, se aconseja cambiarlos cuando ya tengan varios años de su fecha de fabricación, aunque no se hayan utilizado o visualmente no estén mal estado de uso.
Recuerda que la seguridad es lo primero y además de tomar en cuenta los consejos anteriores no te olvides de reducir la velocidad y aumentar tu distancia con otros vehículos para evitar frenar bruscamente y provoques un accidente.
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